La calma, el sueño y el síndrome metabólico.
La calma, el sueño y el síndrome metabólico:

Mucho se habla de la importancia de estar en calma: de aprovechar el momento, disfrutar del ahora. Slow food, slow life, comfort food, km0 food, mindful eating… todo parece relacionarse con esta idea de tranquilidad, serenidad y cultivo del tiempo y del descanso.
Está claro que una rutina de autocuidado está directamente relacionada con buenos hábitos de descanso. El sueño es un aliado fundamental para el equilibrio, el bienestar general y la salud física y mental.
Noches bien dormidas—las famosas 7 a 8 horas de sueño—pueden reducir significativamente el riesgo y la severidad de muchas enfermedades, incluido el síndrome metabólico.
Según el estudio “Sleep and Metabolic Syndrome” (Nursing Clinics of North America, 2021, Chasens et al.), que presenta una revisión exhaustiva de la relación entre los trastornos del sueño y el síndrome metabólico (MetS), tanto dormir poco (≤5 h/día) como dormir demasiado (≥9 h/día) se asocian con un mayor riesgo de síndrome metabólico, en comparación con quienes duermen entre 7 y 8 horas por noche, que presentan el menor riesgo.
En el campo de expertise Yaba—Health and Nutrition—nos importa entender qué es el síndrome metabólico y qué representa en un estilo de vida saludable.
El síndrome metabólico es un conjunto de alteraciones que reflejan un desequilibrio profundo en la salud metabólica. Se caracteriza por la presencia de varios factores, como la resistencia a la insulina, el exceso de grasa abdominal, niveles elevados de glucosa, triglicéridos altos y presión arterial aumentada, que en conjunto incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Así, es fundamental que nuestras acciones en salud eviten que estos síntomas lleguen a manifestarse, fomentando hábitos equilibrados—sueño incluido.
El estudio mencionado analiza múltiples trastornos del sueño relacionados con el síndrome metabólico:
- Insomnio: aumenta el riesgo de desarrollar MetS, especialmente cuando existen dificultades para conciliar o mantener el sueño.
- Apnea obstructiva del sueño (OSA): se asocia fuertemente con MetS; las personas con OSA presentan peores valores en los componentes metabólicos (presión arterial, HDL, LDL, triglicéridos).
- Desalineación circadiana (social jetlag, turnos nocturnos): altera la regulación de la glucosa, incrementa la inflamación y eleva el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Tanto el síndrome metabólico como los trastornos del sueño comparten factores de riesgo y fenotipos similares, como obesidad central, hipertensión, dislipidemia e hiperglucemia.
Los mecanismos fisiológicos implicados incluyen:
- Activación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (estrés crónico).
- Alteraciones hormonales (leptina, grelina, insulina).
- Inflamación sistémica y disfunción endotelial.
Más allá de los parámetros clínicos, el síndrome metabólico representa una señal de alarma del estilo de vida moderno: exceso de alimentos ultraprocesados, estrés crónico, falta de sueño y escasa actividad física.
Para prevenir estos factores de riesgo, la calma es fundamental. Resincronizar el reloj circadiano mediante una alimentación más consciente y restringida en el tiempo puede ayudar a mejorar la salud metabólica. También es clave mantener una buena higiene del sueño (rutina regular, evitar cafeína y alcohol, exposición lumínica adecuada) y cuidar no solo lo que comemos, sino también cómo comemos.
Desde Yaba, promovemos un enfoque integral basado en la nutrición consciente, el equilibrio hormonal, la regulación del metabolismo y el bienestar mental, pilares esenciales para prevenir y revertir este síndrome.
Porque un estilo de vida saludable no se trata solo de la ausencia de enfermedad, sino de mantener un metabolismo activo, resiliente y en armonía con nuestras necesidades físicas y emocionales, con calma.
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